«¡Darme, darte, darnos, darse!
No cerrar nunca las manos.
No se agotarán las dichas,
ni los besos, ni los años,
si no las cierras. ¿No sientes
la gran riqueza de dar?
La vida
nos la ganaremos siempre,
entregándome, entregándote.»
Pedro Salinas, Razón de amor, vv. 1922-1930.
MMmmMMM de algo me suenan esos versos xdxd
ResponderEliminarSaludos, amigo Dani. Mucho ha corrido, veo, desde que no asomo por aquí: celebro que sigas escribiendo y espero venir a leerte más a menudo, en ese futuro cercano en el que recuperaré mis malos hábitos.
ResponderEliminarAbrazos.
¡Hola Toni! Te echaba de menos desde hace tiempo. Me alegro de ver que vuelves a escribir en internet. Espero que estés bien y que esos malos hábitos sean fructíferos. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarQue belleza cuando se comparte esa forma de ver la vida: dándose.
ResponderEliminarSaludos!