Giotto di Bondone, Natividad, 1304-06 [detalle].
De la obra de Gómez Manrique, La representaçión del nasçimiento de Nuestro Señor*:
En el concierto navideño que La Orquestina del Fabirol dio hace poco en Monzón [publiqué una crónica en Músicas del Mundo], se aludió a la imagen medieval de San José, algo diferente a la actual. (Más "lúgubre", dijeron ellos.) Como ilustración, puede leerse a continuación el texto que se declamó:
Lo que dize JOSEPE, sospechando de Nuestra Señora:Resulta curioso comprobar en el arte medieval disponible en la red que San José, las más de las veces, parece quedar relegado a un rincón, lejos de la virgen y el niño, y casi siempre con aspecto de estar algo ausente, o melancólico, o en cualquier caso no manifiestamente contento:
¡O viejo desventurado!
Negra dicha fue la mía
en casarme con María
por quien fuesse desonrado.
Yo la veo bien preñada;
no sé de quién nin de cuánto.
Dizen que d’Espíritu Santo,
mas yo d’esto non sé nada.
La oraçión que faze la GLORIOSA:
¡Mi solo Dios verdadero,
cuyo ser es inmovible,
a quien es todo posible,
fáçil e bien fazedero!
Tú que sabes la pureza
de la mi virginidad,
alunbra la çeguedad
de Josep e su sinpleza.
El ÁNGEL a JOSEPE:
¡O viejo de munchos días,
en el seso de muy pocos,
el prinçipal de los locos!
¿Tú no sabes que Isaías
dixo: "Virgen parirá",
lo cual escrivió por esta
donzella gentil, onesta,
cuyo par nunca será?
[*]: Ronald E. Surtz, Teatro castellano de la Edad Media, Taurus, Madrid, 1992, pp. 77-78.
Taddeo Gaddi, Natividad, 1325.
¿Qué se intenta expresar mediante su exclusión? Es posible que aún en el nacimiento tenga San José la actitud que veíamos en el texto teatral. En todo caso, quizá su amargura o su duda o su contrariedad resaltan de alguna manera su saber estar ahí, en su lugar, a pesar de todo. Quien haya visto la reciente película de Catherine Hardwicke habrá notado el énfasis que se pone en el sacrificio personal de José, que poco a poco y no sin esfuerzo renuncia por amor al honor, es decir, a lo que la sociedad espera de él. Éste es, por cierto, un punto de la película que me llamó especialmente la atención. Hoy es ardua la tarea de sustraerse a la influencia del medio, pero resulta difícil imaginar la dificultad que acaso tendría en aquel tiempo y aquel lugar (en que tanto pesaba la ley y lo comunitario) dar un paso tan arriesgado, tan de fe.
Y eso nos lleva de nuevo a preguntarnos lo que los hombres medievales querían expresar. No es una cuestión que se pueda resolver con una respuesta sencilla, me parece. O sí, no lo sé. De todas formas, la reprimenda del ángel a José que leemos en el texto dramático de arriba, me resuena, como si se expresara mediante aquellos versos una suerte de batalla interior atemporal presente en cada persona, de ayer y, cómo no, de hoy.
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