martes, 27 de marzo de 2007

El amor vence a la muerte

Un poema de César Vallejo:
MASA
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "No mueras, te amo tanto!".
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
"No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!".
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: "Tanto amor y no poder nada contra la muerte!".
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: "¡Quédate hermano!".
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente.
abrazó al primer hombre; echóse a andar...
Son versos para leer con el corazón. De acuerdo que puede ser lo común en toda poesía, en principio. Pero en éstos hay algo profundo, un movimiento que pretende trascender el pensar corriente. Apela al amor y a la fe. Amor, que comunica a todos los seres entre sí, hace posible un salto de fe, que mueve montañas. La muerte es vencida o trascendida. En la vida y en el arte, esto siempre emociona, porque algo resuena.

Es un poema de una fuerza, una belleza muy especial. Despierta poderosos anhelos de fraternidad auténtica. El muerto resucita –aventuro– no por la voluntad de todos, sino por la caridad de todos. Evoca la idea de masa crítica, pero también la de multiplicidad y unidad reconciliadas. Y esperanza en la resurrección.

Hay otros versos, del Hombre planetario de Jorge Carrera Andrade, que también expresan la fuerza recreadora del amor en términos de resurrección:
Amor es más que la sabiduría:
es la resurrección, vida segunda.
El ser que ama revive
o vive doblemente.
"No creo en la muerte de los que aman, ni en la vida de los que no aman", afirmó Macedonio Fernández. Lo dice en verso así (en sus Poemas):
No a todo alcanza Amor, pues que no puedo
romper el gajo con que Muerte toca.
Mas poco Muerte puede
si en corazón de Amor su miedo muere.
Mas poco Muerte puede, pues no puede
entrar su miedo en pecho donde Amor.
Que Muerte rige a Vida; Amor a Muerte.
[La imagen es un dibujo de Louis Cattiaux titulado "El salvador. La resurrección". En Física y metafísica de la pintura.]

1 comentario:

  1. Comentarios al post en su anterior ubicación:


    Autor: Ireth

    No conocía el poema de Vallejo y es realmente bello. En cuanto a la idea de resurrección, me gusta pensar que es en términos de la memoria y la conciencia donde ésta se produce, que no es una resurrección material, sino que el afecto o amor a una persona hace que ésta y sus pensamientos o forma de vida revivan y permanezcan.

    Pues sí, Amor y Muerte van unidos desde siempre, hay algo que los une. Hoy mismo nos comentaban en clase que podían encontrarse sarcófagos romanos con representaciones de Amor y Muerte unidos, no creo que sea el único caso. Eros y Thanatos, algo que tan bien desarrolló el gran Freud. Desde los mitos aparecen juntos: el amor provoca la fatalidad y muerte de los amantes (Píramo y Tisbe, Leandro y Hero, Orfeo y Eurídice, ... y más tarde claros ejemplos como los inmortales Romeo y Julieta). En la tradición literaria el amor que provoca la muerte con destinatario mundano (aunque idealizado) o vuelto a lo divino como hicieron los místicos, o la muerte que da la vida, paradojas para expresar lo inefable.

    Qué son sino los cementerios o necrópolis, cualquier forma de enterramiento: una manera de conservar en la memoria y en la tierra los restos de los seres que hemos amado, como una forma de vencer a la muerte, de trascenderla.

    Y, curiosamente, el Amor ligado a la Muerte, pero también en el discurso sexual o erótico si nos paramos a pensarlo: llamar “petite mort” al orgasmo y otros empleos del lenguaje relacionado con ambos campos significando el acto sexual. Y yéndonos a desviaciones psicológicas nos encontraremos con la necrofilia (los términos griegos son transparentes: ambos opuestos unidos) o el gusto por lo que parece carente de vida.

    Bella selección la que recoges Dani, hay tantas muestras... Amor y Muerte son dos de los grandes pilares, por no decir los principales, que rigen la vida del ser humano. El Amor vence a la Muerte o, al menos, nos gusta pensarlo.

    Fecha: 27/03/2007 21:51.


    Autor: Daniel

    Sin duda el amor y la muerte tienen un lugar crucial en el desarrollo del ser humano, desde que, en algún tiempo remoto, se produjera una convivencia basada en el respeto y se intuyera la supervivencia de algo en el ser humano más allá de la muerte física.

    El drama del amor y la muerte está en el origen mismo de nuestra cultura: el sacrificio de Cristo por amor y su resurrección.

    Gracias por tu reflexión y por los interesantes datos que aportas. Un abrazo.

    Fecha: 28/03/2007 23:03.


    Autor: Ireth

    La vida está llena de casualidades y coincidencias. Justo ayer escribo esas ideas acerca de la relación Amor(--sexo) y Muerte, y hace escasas horas ese profesor que nos lanza libros que debemos leer alguna vez en nuestras vidas nos reparte unos poemas y me encuentro con uno de Leopoldo María Panero que se titula precisamente “Necrofilia (prosa)”, el título ya dice bastante. Pero es que los primeros versos expresan lo siguiente:

    “El acto de amor es lo más parecido/ a un asesinato.”

    Venía perfecto aquí. El resto del poema tampoco tiene desperdicio. En fin, además, Panero siempre resulta interesante.

    Como curiosidad, hay quien apoyándose en esa relación y el parecido de ambas palabras, estableció una falsa etimología y decía que “amor” constaba del prefijo privativo a- seguido de mor (de “mors”, ‘muerte’), así el amor era la ausencia de muerte. Pero esto no es cierto.

    Otro tema con mucha chicha éste jeje, y con mucho hilo del que tirar (si Átropos no lo corta antes ;-)) ¡Un saludo, Dani!

    Fecha: 29/03/2007 01:22.


    Autor: Daniel

    Quién sabe si las casualidades y coincidencias son tales.

    No me resulta muy simpático el poema que citas, me da la impresión de que ve el amor sólo como una relación de dominio, y no estoy de acuerdo con esa forma de ver el asunto. Pero quizá no acabe de verle el sentido, y tampoco sé nada del autor como para juzgar sus intenciones desde un contexto adecuado. De todas formas, es verdad que los dos primeros versos relacionan amor y muerte, y tienen su particular fuerza por sí solos.

    Curiosa la falsa etimología que comentas. Siempre me han parecido divertidos ese tipo de juegos etimológicos.

    Fecha: 29/03/2007 19:57.

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